Ser mujer, jefa, y líder es todo un reto

Si observamos detenidamente las labores que tienen que realizar un hombre y una mujer con cargo de directores generales de una empresa, son exactamente las mismas, tal vez lo que cambia es la forma en como cada uno de ellos las realiza.

Lo que definitivamente sí es diferente es la forma en que se percibe y es evaluado por terceras personas su trabajo.
Un estudio realizado en la Universidad de Stanford*, específicamente en, la escuela de Negocios, nos explica que el genero sí importa, que los hombres y las mujeres no son calificados equitativamente en cuanto a labores se refiere. Culturalmente se tienen ideas preconcebidas de lo que “un hombre” y “una mujer” debe de ser y como deben de actuar.

Generalmente se espera que un hombre sea asertivo, agresivo, dominante y que una mujer sea mas suave, dulce y sutil lo que la pone en una posición de desventaja frente a hombres y mujeres que la consideran con poca capacidad de liderazgo por dejar ver rasgos netamente femeninos en su lenguaje corporal.

Pero curiosamente otro estudio de la misma Escuela de Negocios de Stanford liderado por Olivia A O ́Neill. PhD. Dice que las mujeres que son capaces de “activar /desactivar” características femeninas y masculinas. Que pueden ser agresivas, asertivas, confiadas, pero que también pueden a placer ser femeninas y sutiles, son las mejores jefas y las que según el estudio que realizaron, son las que pueden aspirar a mejores ascensos que los hombres y las mujeres que solo son femeninas, parece ser que estas mujeres, superan en sueldo a sus pares ya sean hombres o mujeres, teniendo extraordinarios resultados laborales.

El secreto esta en esta capacidad de ser flexible y saber en que momento es el adecuado para utilizar las capacidades consideradas “masculinas” y utilizarlas bien. O ́Neill comenta que las mujeres que actúan como “unas damas” en el ambiente laboral no ayuda en nada mas que para que los hombres se sientan atraídos hacia ellas y siguen siendo consideradas en el ambiente laboral (desgraciadamente) como menos competentes sobretodo en ambientes de gerencia.